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Para nuestro informe nos enfocamos en cinco temas: raza, inmigración, educación, la economía y democracia. El tema de cambio es inherente en todas estas áreas de enfoque: en cada caso, algunos segmentos perciben el cambio como algo positivo y otros como una amenaza. Creemos que estos cinco temas, además de temas de religión y de COVID-19 (salud pública) forman el eje principal del cambio en Texas. Lo que se volverá Texas en el futuro dependerá de cómo conciben, participan en o previenen cambios en estas áreas los ciudadanos del estado.
La raza es un tema constante que define el pasado, presente y futuro de Texas. El estado sigue lidiando con su historia de esclavitud, su papel en la Confederación [de la Guerra Civil de EEUU] y el impacto de la segregación. Mientras que este estudio ha descubierto amplio apoyo por la diversidad e igualdad entre los texanos, también descubrimos cómo los temas raciales muestran los contrastes más marcados a través de las Tramas de Texas. Estos temas aparecen hoy en debates sobre el cambio de nombres de bases militares, la retirada de monumentos de la Confederación, brutalidad y reforma policial y cómo se abordan todos estos temas en las escuelas.
Una escasa mayoría de texanos cree que el racismo sigue siendo un problema importante en Texas hoy en día, aunque hay divisiones marcadas entre de las Tramas. Casi todos los Texanos progresistas (97%) creen que el racismo sigue siendo un problema importante en Texas hoy en día, mientras que la gran mayoría de los Defensores del patrimonio (86%) y los Feligreses texanos (72%) no están de acuerdo.
Los Texanos apasionados e Inconformistas emergentes, de 53% y 57% hispanos, se muestran más bien ambivalentes y divididos en sus opiniones. La diversidad de sus creencias refleja las variadas concepciones y experiencias de racismo dentro de los heterogéneos grupos raciales no blancos, moldeados por una multitud de factores sociales y psicológicos.
La cuestión de los monumentos a la Confederación de la Guerra Civil y la forma de lidiar con la historia de Texas han sido un punto de tensión persistente entre los texanos. Alrededor de la mitad de los texanos los ve como símbolos del racismo del país, mientras que la otra mitad los ve como símbolos del orgullo sureño. Los segmentos que están especialmente orgullosos de las tradiciones de Texas —los Texanos apasionados, los Feligreses texanos y los Defensores del patrimonio— son especialmente propensos a ver los monumentos de manera positiva. Aquí nuevamente, los Texanos progresistas se desvían radicalmente de la mayoría de los texanos al pensar que las estatuas son símbolos de racismo.
De manera similar, los texanos están divididos en cuanto a considerar el maltrato de minorías raciales por parte de las fuerzas del orden público como parte de un patrón de racismo o como incidentes aislados. Sin embargo, a diferencia del debate sobre la historia de Texas, los Feligreses texanos y Defensores del patrimonio son los valores atípicos, en lugar de los Texanos progresistas. La mayoría de los texanos en otros segmentos consideran que la mala conducta policial contra los estadounidenses negros indica un patrón del racismo.
“La brutalidad policial se ha normalizado tanto que resulta traumática, dañina y entristecedora. Mi familia y yo hablamos de eso, nos deseamos buena suerte y nos damos la bendición. Pero tratamos de no andar pensando en eso, en parte porque no tenemos el lujo de hacerlo porque. Porque, aunque haya pasado ayer, podría pasar algo hoy o mañana.”
– Darren, hombre negro, millennial
La inmigración es fundamental en la historia de Texas. Los inmigrantes forman parte de todos los aspectos de la fuerza laboral y sociedad texana, desde empresarios hasta trabajadores de construcción. Nuestro estudio revela que los texanos de todos los sectores presentan perspectivas delicadamente matizadas sobre la inmigración, que dependen de lo que piensan de quién puede ser texano, lo que significa ser texano y dónde yace el futuro de Texas.
La evaluación del impacto de la inmigración rinde categorías ideológicas en que los segmentos más conservadores (los Feligreses texanos y los Defensores del patrimonio) dicen que tiene un efecto negativo. Los Inconformistas emergentes —el segmento con la mayor proporción de inmigrantes (35%)— seguidos por los Sustentadores apolíticos y los Ciudadanos prácticos creen que tiene un efecto positivo.
Un hallazgo clave es que la mayoría de las diferentes opiniones sobre inmigración menos del temor al crimen por inmigrantes, sino de la tensión sobre si la identidad norteamericana y la cultura tradicional de Texas serán conservadas o modificadas de modo irreversible. Nuestro estudio revela que los texanos que se atienen a las ‘ideas tradicionales’ de lo que significa ser texano —hablar inglés, haber nacido en Texas, ser de política conservadora y demás— son más propensos a tener una impresión negativa de la inmigración.
Entre las Tramas de Texas, los Texanos apasionados, Feligreses texanos y Defensores del patrimonio se ponen particularmente a la defensiva al resguardar lo que ven como ‘cultura texana’ auténtica y son más propensos a sentirse alarmados por los cambios culturales que conlleva la entrada continua de inmigrantes.
“No hay que borrar su propia historia y cultura, porque Texas tiene fama de crisol cultural. Si, tráiganos su cultura, pero no esperen que cambiemos nuestra cultura de aquí.”
– Lily, Feligresa texana, mujer blanca, baby boomer
“A mí, como que me gustan los chicos que desdeñan las normas y reglamentos. Siento simpatía por el chico que llega a Texas, cruza la frontera, trabaja con esmero y llega al éxito. Mientras que la razón me dice que ‘debería legalizarse’, también admiro el espíritu que conlleva hacerlo. A mi pensar, ese hombre es tan texano como cualquier otro.”
– Jack, Ciudadano práctico, hombre blanco, baby boomer
A pesar de las marcadas diferencias de actitud hacia la inmigración, nuestro estudio también identifica puntos de acuerdo claves: casi todos los texanos están de acuerdo en que el proceso de inmigración actual es ineficiente y necesita reforma urgentemente.
“Nací y me crie en México. Me tomó siete años conseguir mi tarjeta de residencia permanente, haciéndolo de la manera correcta. Pero veo a niños escapándose de las pandillas y de la persecución política. Vienen aquí buscando asilo. El gobierno tiene que arreglar esto para hacerlo más justo, porque hay grandes lagunas legales.”
– Hugo, residente de El Paso, hombre hispano, generación X
Las diversas interpretaciones del cambio relacionado con varios temas también se reflejan en evaluación y expectativas diferentes del sistema de educación local. Casi uno de cada cinco texanos (19%) indica que la educación es uno de los tres temas más importantes que enfrentan los texanos hoy. Los texanos están orgullosos de su sistema educativo tanto a nivel de kínder a 12º grado como a nivel de educación pública superior, aun cuando se preocupan por las inequidades de calidad y de aportación financiera de las escuelas.
A pesar de la expansión de la economía del conocimiento en el estado, casi dos tercios de los texanos creen que el sistema educativo de Texas debería ofrecer a los jóvenes las destrezas necesarias para conseguir trabajo. Solo los Texanos progresistas y los Inconformistas emergentes —el segmento con el mayor porcentaje de texanos jóvenes—están divididos equitativamente sobre la necesidad de dar prioridad a las destrezas del trabajo o a la educación superior.
“La calidad de las escuelas depende del nivel socioeconómico. Quedé totalmente sorprendida cuando me enteré de los niveles de educación de la gente que vive en diferentes áreas. La calidad de las escuelas depende de cuántos impuestos paga uno. Es lamentable, pero así es.”
– Caroline, mujer negra, generación X
Una línea divisoria en cuanto a la educación se revela en la pregunta sobre la enseñanza de la historia de Texas. Esta tensión se relaciona con la conversación más amplia sobre cómo abordar las injusticias raciales del pasado de Texas. Los Defensores del patrimonio, los Feligreses texanos y los Texanos apasionados piensan que se debería recalcar la orgullosa historia de Texas, mientras que los otros segmentos creen que no es necesario enseñar a los alumnos sobre las injusticias sociales.
“Yo creo que se debe enseñar la historia de esclavitud en Texas, pero suplementada por técnicas que preparen a los niños para ayudar; cómo pueden cambiar la opinión de los demás y cómo ayudar a los Estados Unidos a superarla.”
– Teresa, Ciudadana práctica, mujer blanca, generación X
“A los estudiantes definitivamente se les debe enseñar la historia de la esclavitud y la segregación, para que puedan entender por lo que pasaron las personas de color y puedan aprender a hacerlo mejor como sociedad.”
–Tina, Inconformista emergente, mujer asiática, generación Z
Texas tiene una economía poderosa: tiene la novena economía más grande del mundo. Mientras que el sector de energía sigue siendo uno de los mayores contribuidores del PNB, Texas también ha tenido rápido crecimiento en el sector de alta tecnología. Sin embargo, el crecimiento de la economía del conocimiento también ha causado una línea divisoria entre los texanos sobre el futuro de la economía de Texas. Aproximadamente un tercio (31%) de texanos escogió ‘La economía/empleo’ como uno de los 3 temas más importantes que enfrenta Texas.
Los texanos están divididos en sus perspectivas de los impulsores del éxito de la economía del estado en el futuro. La mayoría de los Inconformistas emergentes, los Feligreses texanos y los Defensores del patrimonio cree que los emprendedores tendrán un papel principal. Dada la percepción tradicional de los valores texanos, quizás sea asombroso que no solo un gran número de los Texanos progresistas, sino también uno de cada tres texanos con valores conservadores hace hincapié en la importancia de esfuerzos colectivos para determinar el futuro de Texas.
Al vislumbrar el futuro, una gran mayoría cree que el futuro del estado yace en las industrias del conocimiento –incluyendo los sectores de tecnología, cuidado de la salud y educación– y no en la industria petrolera que ha traído prosperidad en el pasado. Los Feligreses texanos y los Defensores del patrimonio están menos convencidos; casi dos tercios de ellos cree que la industria petrolera es fundamental para el futuro económico de Texas.
Sin embargo, algunos creen que la llegada de la industria de tecnología crea oportunidades para el crecimiento y sinergias no solo para las economías del conocimiento sino también para los sectores tradicionales.
“La industria petrolera está en el momento oportuno para la disrupción y la modernización técnica. Hay muchísima actividad en las empresas incipientes en cuanto a la innovación del sector de energía. Ahora se ven más jóvenes entrando a la industria petrolera – son mucho más abiertos y entienden el poder de la tecnología. No veo que la industria petrolera vaya en declive.”
– Tyler, emprendedor
“No quiero que Texas sea dependiente de la agricultura o energía. Es bueno que tengamos una enorme industria tecnológica. La economía del conocimiento se ha infiltrado en la agricultura. Hoy en día empleamos cosas que no hubiéramos soñado hace 20 años: tractores sin conductor, datos en tiempo real de fertilizante en el sembrado… han sido muy beneficiosos. Pienso que entre más diversa sea la economía, mejor.”
– George, industria agrícola
La manera en que los texanos votan y participan en la política siempre ha atraído la atención nacional. Los recientes esfuerzos por entender y pronosticar los patrones de votación del estado de Texas se han centrado en los posibles impactos políticos de los cambios demográficos. Sin embargo, este estudio muestra que la categorización demográfica y un marco rígido de liberales versus conservadores o de recién llegados versus originarios frecuentemente oculta la variación significante en la manera en que los texanos perciben la política, gobernanza y democracia.
Al contrario de lo que suele creerse de las tendencias independientes y libertarias de Texas, nuestro estudio muestra que los texanos están divididos más uniformemente en sus perspectivas de la escala de intervención gubernamental. La mayoría de los Texanos progresistas, Inconformistas emergentes, Sustentadores apolíticos y Ciudadanos prácticos cree que el gobierno debería tomar más responsabilidad. Los Texanos apasionados están divididos por la mitad, mientras que la gran mayoría de los Defensores del patrimonio y los Feligreses texanos piensa que la gente debe responsabilizarse de sí misma.
Desde la perspectiva de los texanos, la forma en que la democracia estadounidense funciona no es perfecta. La principal preocupación indicada por los texanos es la influencia que perciben que tiene el dinero en la política. Los segmentos que tienden a ser conservadores, como los Defensores del patrimonio y los Feligreses texanos, se preocupan principalmente por los medios poco fiables. Aproximadamente dos tercios de los Texanos progresistas, un tercio de los Ciudadanos prácticos y uno de cada cinco Inconformistas emergentes expresa inquietud sobre la supresión de la votación, mientras que pocos de los Defensores del patrimonio tienen la misma preocupación.
En cuanto a la elección de 2020, los Feligreses texanos y los Defensores del patrimonio son más propensos a expresar dudas sobre la integridad de la elección y la veracidad de información sobre la elección.
“Yo creo que por la mayor parte la democracia funciona bien, pero ha habido mucha supresión de electores este año en Texas – desde la supresión de boletas de votación por correo y accesibilidad hasta el mismo registro de electores. Habrá que hacer muchas reformas y cambios para asegurar que el sistema sea democrático.”
– Zayne, Inconformista emergente, hombre blanco, generación Z
“Hay tanta información y desinformación sobre lo que pasó que es difícil entender lo que verdaderamente pasó. Quisiera creer que todo se hizo justamente, pero otra parte de mí cree en la conspiración y cree que tal vez el resultado de la elección no fue del todo correcto.”
– Alejandro, Feligrés texano, hombre hispano, generación X
Un sentimiento que se mantiene en la mayoría de los texanos es que, en general, los políticos no se preocupan por ellos. A pesar de que sus niveles de compromiso cívico y sus opiniones sobre cuestiones políticas son muy diferentes, la mayoría en todos los segmentos están de acuerdo con la afirmación de que “los políticos no se preocupan por la gente como yo”.
La religión tiene un lugar fundamental en Texas—aproximadamente el 70% de los texanos dice que la religión es importante en su vida. A pesar de las diferencias en orientación psicológica y creencias ideológicas, la mayoría de los segmentos afirma la importancia de la religión, a excepción de los Texanos progresistas. La fe es de gran importancia para los Feligreses texanos, de los cuales el 86% está de acuerdo en que la religión es una parte fundamental de su vida y aproximadamente la mitad (47%) de ellos asiste a servicios religiosos por lo menos una vez por semana—la mayor tasa de asistencia religiosa de todas las Tramas de Texas.
Para algunos texanos, la religión proporciona una comunidad de confianza, una identidad unificadora en medio de los cambios y una plataforma que reúne a la gente de distintas procedencias:
“Hemos tenido muchos inmigrantes de origen hispano que cruzan la frontera y la mayoría de ellos se enfoca en el catolicismo, que es algo que pueden traer desde su país de origen y es una continuación de algo para ellos. En la iglesia, no se ven como una persona diferente de la que se sienta a su lado.”
– Sandra, trabajadora de la catedral católica
Aunque la mayoría de las Tramas de Texas dan importancia a la religión en sus vidas privadas, hay grandes diferencias en su perspectiva sobre la influencia de la religión en Texas. El noventa por ciento de Texanos progresistas cree que la religión tiene demasiada influencia en la política de Texas, mientras que el 75% de los Feligreses texanos y los Defensores del patrimonio y más del 60% de los Texanos apasionados cree que la religión no tiene suficiente influencia. Los demás segmentos están divididos por la mitad.
“Yo creo que la religión es un tema enorme en Texas. Nuestra sociedad se ha vuelto menos tolerante de otras religiones y estamos casi al punto de volvernos en una teocracia en Texas. Se ha vuelto un tema del que simplemente no se puede hablar en Texas.”
– Rebecca, Texana progresista, mujer blanca, generación X
El 2020 fue un año difícil para los texanos. Muchos perdieron a seres queridos en la pandemia, sumado a pérdida de trabajo, cierre de negocios, cierre de escuelas y el impacto negativo del confinamiento sobre la salud mental. La polémica sobre las restricciones del COVID-19, la obligación de usar mascarillas y la diseminación de vacunas ha seguido en el 2021, así como las deliberaciones sobre la manera en que la pandemia ha sacado a la luz y ha reforzado las arraigadas inequidades raciales y económicas.
Durante el verano de 2020, las Tramas de Texas tenían reacciones muy divergentes de las restricciones del COVID-19 que se implementaron en Texas. Más del 90% de Texanos progresistas y el 60% de los Sustentadores apolíticos pensaban que las restricciones no habían sido suficientes en proporción a la gravedad de la pandemia.
La mayoría de los Texanos apasionados, Ciudadanos prácticos e Inconformistas emergentes compartían perspectivas parecidas, aunque aproximadamente el 30% de estos segmentos creía que las restricciones eran suficientes.
Por otro lado, casi la mitad de los Defensores del patrimonio y el 37% de los Feligreses texanos veían las restricciones del COVID-19 como demasiado estrictas.
“Se entiende que la economía tiene que crecer, pero creo que hay ciertas cosas que tenemos que mejorar en nuestra sociedad en vez de simplemente dejarla abierta y exponiendo a la gente al virus.”
– Bryan, Sustentador apolítico, hombre hispano, millennial
“Yo creo que las restricciones fueron demasiado excesivas. Le quitaron el poder a la gente ilícitamente.”
– Jacob, Defensor del patrimonio, hombre blanco, generación X
En febrero de 2021, Texas sufrió una gran tormenta de invierno que dejó a millones de residentes sin electricidad y agua durante varios días. La falla de la red eléctrica desencadenó acalorados debates sobre el papel del gobierno y el impacto de la desregulación; sin embargo, también provocó innumerables actos de bondad y un sentimiento de solidaridad, ya que los texanos, independientemente de sus orígenes y creencias, ayudaron a amigos, vecinos y desconocidos a sobrellevar la crisis de forma colectiva.
Nuestra investigación descubre que de la devastadora tormenta invernal surge un Texas preparado y deseoso de cambios sustanciales. Cuando se les pregunta si esperan un regreso a la normalidad o cambios importantes en el estado, el 70 por ciento de los texanos se inclina por lo segundo. Incluso alrededor de la mitad de los Defensores del patrimonio, que suelen ser muy cautelosos con los cambios, expresan su deseo de que se produzcan cambios importantes.
“Los problemas del cambio climático no solo afectan a Texas, pero lo duro son los obstáculos para lidiar con los problemas. Se nos impide el poder abordar esos problemas como estado. “
- John, activista de la justicia ambiental
“Lo que se ha visto es realmente un impulso para comprender el contexto histórico de la relación de algunas poblaciones con el sistema de salud, para seguir educando a las personas sobre la enfermedad y la vacuna, y para hacer lo mejor que podamos con los suministros limitados de vacunas. Ha sido difícil. Pero lo que puedo decir es que definitivamente hay luz al final del túnel. Así que, si hay algo positivo durante esta pandemia, hemos visto lo que significa tener una voz colectiva para unirnos”.
- Maya, trabajadora de la salud
La pandemia y la tormenta de invierno de 2021 han hecho claro que el estado está en un punto de inflexión. Los texanos pueden escoger el camino de la amarga polémica partidaria o unir la fuerza de sus valores compartidos para construir un futuro robusto e inclusivo. El reto consiste en encontrar formas de aprovechar los puntos comunes de los texanos para trabajar juntos de forma más constructiva. Este estudio propone ayudar a los texanos a trazar el camino, partiendo de la historia compartida tanto del patrimonio como de la visión de un futuro ideal para Texas.
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